El Atlas de Riesgo Político 2014 ofrece una valoración integral de las zonas de riesgo tradicionales como los conflictos, el terrorismo, el Estado de Derecho, así como el entorno regulatorio y de negocios. También se centra en las áreas de riesgo emergentes y los desafíos estructurales que afectan a la estabilidad política como la seguridad alimentaria, la seguridad del agua, la seguridad energética, el cambio climático y la pobreza.
“Las empresas que apuestan por la Internacionalización a través de la inversión extranjera directa y los contratos internacionales continúan operando en un panorama político global altamente volátil que puede cambiar e intensificarse rápidamente con consecuencias negativas”, asegura el líder de Riesgo Político de Marsh España.